Roadmapping

Desde sus orígenes en Motorola en la década de los 70 (Willyard, C.H. and McClees, C.W., 1987), el enfoque de roadmapping tecnológico ha sido ampliamente adoptado por muchas organizaciones para numerosas y diversas aplicaciones en la innovación, la estrategia y la política en diversos sectores en todo el mundo.

Una hoja de ruta (roadmap) es el resultado de los procesos de roadmapping, y tratan de reflejar los caminos que nos guiarán desde nuestra posición actual al destino deseado.

Las hojas de ruta toman generalmente la forma de una representación gráfica que proporciona una visión estratégica de alto nivel sobre el tema o foco de interés que se analiza, soportado por una adecuada documentación.

Antes de abordar un proceso de roadmapping es necesario distinguir que las palabras “roadmap” y “roadmapping” se refieren a dos conceptos distintos dentro del contexto de definición de la estrategia de innovación.

Una estrategia comprende una serie de objetivos a alcanzar y unos cursos de acciones para su logro. Así, la estrategia de innovación debe identificar los objetivos de innovación en términos de nuevo valor en forma de productos y servicios que la empresa entiende que debe lanzar al mercado.

El “roadmap” representa la plasmación de la estrategia de innovación reflejando los hitos u objetivos de todas las perspectivas de análisis que se consideran en dicha estrategia.

 

La arquitectura del “roadmap” se plasma en dos ejes:

  • Eje vertical: refleja aspectos o perspectivas que se van a analizar. Las capas estándar son tres: mercado, producto-servicio, y tecnología.
  • Eje horizontal: determina los tramos de horizonte que se van a considerar en la reflexión. Los tramos estándar son tres: corto, medio, y largo plazo.

Por otro lado, se conoce como “roadmapping” al proceso de reflexión que se sigue para definir un “roadmap”. Estos procesos reflejan o siguen la arquitectura del “roadmap”. El proceso de “roadmapping”, según la aproximación estándar de la metodología T-Plan, consta de cuatro sesiones de trabajo de media jornada. Las tres primeras abordan sucesivamente cada una de las capas principales de la hoja de ruta: mercado y negocio; productos y servicios; y tecnología y recursos. La jornada final integra los resultados de las tres anteriores y produce la hoja de ruta o “roadmap”.

 

Las técnicas de roadmapping ayudan a construir una visión común de la estrategia de innovación compartida por las diferentes personas que, desde distintas perspectivas, tienen un interés específico en la misma y participan activamente en el proceso de reflexión.

Cada perspectiva que necesitemos sumar a la estrategia de innovación la debemos reflejar en una capa del roadmap (eje vertical).  Estas perspectivas se focalizan en una de las tres preguntas básicas a las que se quiere responder:

•    ¿POR QUÉ?

Buscamos identificar las necesidades y problemáticas del mercado a las que queremos dar una respuesta desde la innovación. Contemplaremos las grandes tendencias que crean contexto, el propio usuario final, los actores y agentes (proveedores, competidores, clientes, otras entidades) de la cadena de valor en la que competimos, y los retos estratégicos del negocio.

•    ¿QUÉ?

Perfilaremos los productos y servicios que responderán a los porqués identificados. Analizaremos la funcionalidad y “performance” que deben ofrecer, y caracterizaremos los niveles de respuesta que deben dar a las necesidades del mercado.

•    ¿CÓMO?

Estableceremos el modo de construir los productos y servicios a entregar. Determinaremos las tecnologías y conocimientos requeridos, así como los grados de dominio que deberemos desarrollar en cada uno de ellos. Asimismo, es necesario analizar los recursos con los que los desarrollaremos: en qué nos vamos a especializar y cuál es nuestra estrategia de colaboración y apalancamiento de recursos externos.

 

El “roadmap” final reflejará el camino de innovación que debemos seguir desde donde estamos hoy hasta la visión de futuro a largo plazo que queremos construir. Debemos marcar los hitos que queremos alcanzar en cada una de las perspectivas en un horizonte que dividiremos en tres tramos diferenciados:

  • CERTEZAS (corto plazo)

Es una zona donde nos sentimos cómodos y somos capaces de concretar necesidades y

marcar objetivos con la confianza de que vamos a acertar.

  • APUESTAS (medio plazo)

La innovación sobre lo conocido no es suficiente porque, o llegamos tarde al mercado, o estamos actuando reactivamente al mismo o a la competencia. Debemos marcar retos con una cierta dosis de incertidumbre que nos ayuden a situarnos en las posiciones cabeceras del “pelotón” de la innovación en nuestra industria.

  • INCERTIDUMBRES (largo plazo)

El camino que debemos recorrer debe tener una zona donde tenemos incertidumbres que nos lleva a que pueda haber distintas alternativas u opciones. Su identificación nos debe inducir a lanzar acciones exploratorias para dilucidar, antes de que sea tarde, las ventajas e inconvenientes que pueden presentar las opciones alternativas.

Si tras dar los primeros pasos (en las certezas) llegamos a un punto de decisión (cruce), no sabremos qué dirección tomar si antes no hemos levantado la vista y observado el horizonte para saber hacia dónde ir. Las técnicas de roadmapping nos ayudarán a realizar ese ejercicio de levantar la vista del suelo.

Construir una estrategia no tiene valor si no va acompañada de acciones para el logro de los objetivos allí marcados.

Un proceso de roadmapping culmina con la plasmación de un roadmap. Al ser ese roadmap un compendio de objetivos interrelacionados entre las diferentes perspectivas de análisis, requiere el complemento de las estrategias de acción para ser efectivamente una estrategia de innovación.

Si es importante una fase de preparación en la que se personalizan la arquitectura del roadmap y el proceso de reflexión, no menos importante es culminar el proceso con una fase en la que se perfilan los marcos de actuación y proyectos que pretenden andar los caminos que nos lleven a los objetivos marcados en el roadmap.

How To Build A Product Roadmap

Fuente:

Gaizka, Z.(2011). “Roadmapping: Una herramienta para definir estrategias de I+D+i de éxito”. España Innobosque.

ND (SF), “Guías de mapas de ruta”,. Recuperado el día 1 de Julio de: https://roadmunk.com/guides/

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