Qué es la metodología Waterfall y cuándo utilizarla

El modelo de project management Waterfall o modelo en cascada es una metodología secuencial para la gestión de proyectos que se divide en fases. Cada fase comienza cuando ha terminado la anterior.

¿Qué es el modelo Waterfall?

El modelo en Waterfall es una metodología para gestión de proyectos que se divide en distintas fases. Cada fase comienza recién cuando ha terminado la anterior.  Este enfoque para la gestión de proyectos surgió a partir de los sectores de fabricación y construcción, en los que cada hito debe estar finalizado para poder avanzar con el proceso de producción. Por ejemplo, no puedes construir las paredes de una casa sin los cimientos. Un proyecto en cascada podría verse así:

La metodología Waterfall, por lo general se visualiza en forma de diagrama de flujo o de Gantt. Se la llama Waterfall o cascada porque cada tarea cae en cascada sobre el paso siguiente. En un diagrama de Gantt se puede ver cómo la fase anterior cae en cascada sobre la siguiente.

Cualquier equipo puede implementar una gestión de proyectos Waterfall, pero esta metodología es más útil para procesos que se deben producir de forma secuencial. Si el proyecto con el que trabajas tiene tareas que se pueden finalizar en simultáneo, entonces prueba con un esquema diferente, como el de alguna metodología ágil.

Fases de gestión del proyecto en cascada

Las fases de la gestión de proyectos en cascada difieren de un proyecto a otro. Pero, en general, se pueden agrupar las actividades del enfoque en cascada en cinco etapas: planificación, diseño, implementación, verificación y mantenimiento.

1. Requisitos y planificación

La fase de requisitos y planificación de la gestión de proyectos en cascada identifica lo que debe hacer el proyecto. El director del proyecto intenta comprender los requisitos del proyecto en función de lo que necesitan los patrocinadores del proyecto. Esta fase implica identificar y describir los riesgos, supuestos, dependencias, métricas de calidad, costos y cronograma del proyecto.

2. Diseño

La fase de diseño solidifica y documenta todas sus decisiones. En este caso, desarrollas soluciones que pueden resolver los requisitos del proyecto. La mejor manera de hacerlo es anotar todas las acciones que tomará para cumplir con el alcance del proyecto para ejecutarlas.

El diseño cubre el cronograma, el presupuesto y los objetivos del proyecto, y puede pensar en el diseño como un plano o una hoja de ruta para el proyecto completo.

3. Implementación

La fase de implementación ejecuta el plan y el diseño del proyecto para producir el producto deseado. Si la empresa desarrolla software, pasará esta fase codificando las funcionalidades del software. O, si se está gestionando un proyecto en una empresa constructora, se construirá en esta fase.

La implementación ocupa una parte importante de la gestión del proyecto en cascada . Todo lo que suceda durante esta fase debe documentarse cuidadosamente.

4. Verificación/Pruebas

Las pruebas verifican que el producto desarrollado en la fase de implementación cumple con todos los requisitos del proyecto. Si este no es el caso, el equipo del proyecto debe revisar el proyecto desde la fase uno para identificar qué salió mal. La fase de prueba utiliza varias métricas de calidad y satisfacción del cliente para medir el éxito del proyecto.

5. Mantenimiento

La fase de mantenimiento se extiende más allá de las cinco etapas de la gestión del proyecto hasta la vida del proyecto. Esta fase implica realizar modificaciones menores para mejorar el producto desarrollado durante la implementación y realizar otras tareas de mantenimiento de rutina. También es una fase para identificar cualquier error que haya pasado por alto durante la fase de prueba.

Cuándo aplicar la metodología Waterfall

La metodología en cascada es una forma común de gestión de proyectos porque incluye la planificación profunda y la documentación detallada. Sin embargo, este marco no es el adecuado para todos los proyectos. A continuación, se detallan algunos ejemplos de cuándo usar este tipo de gestión de proyectos.

1. Cuando el proyecto tiene un objetivo final bien definido

Una de las fortalezas del enfoque en cascada es que permite trazar una línea clara entre el punto A y el punto B. Si no estás seguro de cuál es el punto B, probablemente sea mejor aplicar una forma iterativa de gestión de proyectos, como alguna de las metodologías ágiles.

Los proyectos con un objetivo fácil de definir son los que se adaptan bien al método en cascada porque los gerentes de proyectos pueden trabajar en retrospectiva a partir del objetivo para crear un trayecto claro y detallado con todos los requerimientos.

2. Cuando no hay restricciones de presupuesto ni de tiempo

El modelo Waterfall es especialmente eficaz si el proyecto no tiene restricciones de presupuesto ni de tiempo, los miembros del equipo pueden dedicar tanto tiempo como les sea posible a la fase de diseño del sistema y a la de requerimientos. Pueden retocar y adaptar el proyecto tanto como sea necesario hasta llegar a un plan bien pensado y claro.

3. Creación de procesos repetibles

El modelo en Waterfall exige la documentación de casi todos los pasos de un proceso. Por lo tanto, a cualquier miembro nuevo del equipo le puede resultar fácil repetirlo. Cada uno de los pasos está detallado con claridad para poder recrear el proceso.

La creación de procesos repetitivos también facilita la capacitación de los miembros nuevos del equipo con respecto a qué es lo que se necesita que hagan exactamente en proyectos similares. Es por este motivo que la gestión de proyectos en cascada es efectiva para estandarizar los procesos.

Agile vs Waterfall

Podemos comparar Agile y Waterfall, para ello repasemos estos conceptos clave; Agile se creó en respuesta al estricto proceso lineal de Waterfall, mientras que Waterfall apunta a la previsibilidad y trata de evitar el cambio, Agile adopta la realidad de que el mundo, los mercados y los usuarios son inciertos e impredecibles.

Mientras que en el modelo agile se realizan entregas al cliente en cada fase, en la metodología en cascada o Waterfall la entrega se realizar después de las distintas fases. Por lo que realizar cambios resulta mucho más complejo.

Por este motivo, los modelos Waterfall son más eficaces cuando se dispone de tiempo para realizar el proyecto, mientras que los modelo agile se diseñaron para gestionar proyectos de forma ágil.

Otra de las grandes diferencias es que en agile se realizan pruebas durante todas la fases del proyecto, mientras que en el modelo Waterfall fase de texto es al final de todo el proceso, una vez terminadas todas las fases anteriores.

Así, mientras que en Waterfall se evitan realizar cambios significativos fuera de lo previsto inicialmente, en agile los cambios son bienvenidos siempre que se trate de entregar valor al cliente.

Asimismo, también podríamos concluir que Waterfall pone el producto en el centro de la metodología, mientras que agile se centra en el cliente.

Bibliografía: Blog. (sf). “Las 5 fases de la gestión de proyectos en cascada”. Recuperado de: https://www.profit.co/blog/ Google. (sf). Curso. “Gestión de Proyectos Agiles. Distinga entre Agile y Waterfall” Laoyan, Sara. Sept 29 2022. “Qué es la metodología Waterfall y cuándo utilizarla”. Recuperado de” https://asana.com/es/resources/Waterfall-project-management-methodology

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