Las pirámides de Giza, la Gran Muralla China y el Coliseo de Roma fueron construidos hace ya varios siglos y todos son ejemplo de trabajo en equipo y una gestión de proyectos lo que nos demuestra que desde hace siglos, la humanidad ha tenido que aplicar conocimientos habilidades, herramientas y técnicas para lograr objetivos específicos y algunos como construir obras titánicas.
Casi 3000 a.C, los faraones construyeron las pirámides y actualmente los arqueólogos todavía discuten acerca de cómo lograron esta hazaña. Registros antiguos muestran que hubo gerentes para cada una de las cuatro caras de la Gran Pirámide, responsables de supervisar su terminación.
Más tarde aún, otra de las Siete Maravillas del mundo fue construida. Desde la Dinastía Qin (221-206 a.C.), el levantamiento de la Gran Muralla ha sido un proyecto muy grande. De acuerdo a datos históricos, la fuerza de trabajo fue organizada en tres grupos: soldados, gente común y criminales. El Emperador Qin Shihuang ordenó a millones de personas para finalizar este proyecto
Realmente sabemos que hubo algún grado de planificación, ejecución y control implicado en el manejo de estos proyectos, actualmente los arqueólogos todavía discuten acerca de cómo lograron esta hazaña. A pesar de que la “Gestión de Proyectos” se ha utilizado durante un período de tiempo tan largo, las empresas recién comenzaron a usarlo en los últimos 50 a 60 años. En algunas décadas del siglo XIX, la gestión de proyectos fue utilizada principalmente por las grandes empresas de construcción, pero no es sino hasta finales del siglo, que ve la luz la gestión de proyectos moderna.
El ingeniero Henry Gantt es considerado como “padre” o “precursor” de la gestión de proyectos moderna dado que a inicios del Siglo XX Gantt desarrolla el conocido como “Diagrama de Gantt”, como alternativa al “Harmonograma”, propuesto por Karol Adamiecki. Esta fue una idea radical y una innovación de importancia para todo el mundo en la década de 1920. Uno de sus primeros usos fue en el proyecto Hoover Dam iniciado en 1931.
Durante los años 50, la disciplina alcanza nuevos impulsos en su desarrollo. El concepto de “Project Management” es acuñado de forma específica por el General Bernard Schrieve y se desarrollan nuevos modelos para la proyección de tiempos, como el CPM o “Método de Ruta Crítica” (1957) o el PERT o “Técnica de Revisión y Evaluación de Programas” (1958). Al tiempo, también se desarrollan nuevas técnicas para la proyección de costes, formándose en 1956 la Asociación Americana de Ingenieros de Costos.
Durante los años 60 se alcanzan nuevos logros. En Europa, se crea la IPMA o “Asociación Internacional para la Gestión de Proyectos” (1965), en la forma de federación de varias asociaciones nacionales, desde su nacimiento su visión ha sido promover la administración de proyectos y dirigir el desarrollo de la profesión a través de competencias y conocimiento dentro de un determinado contexto. Hoy en día cuentan con cuatro niveles de certificación. De forma casi paralela (1969), en Estados Unidos es creado el PMI o “Instituto de Gestión de Proyectos”, desde entonces, el PMI® ha sido muy bien conocido como el creador de la “Guía de los Fundamentos para la Dirección de Proyectos” (PMBOK®), considerado como una de las herramientas fundamentales en la profesión de Project management actualmente. El PMI® ofrece diferentes certificaciones orientadas a proyectos. También en esta década (1962), la EDT o WBS fue creada como parte del proyecto Polaris de misil balístico móvil lanzado desde submarino y más tarde adoptada por el sector privado, la WBS se mantiene como una de las herramientas más comunes y efectivas dentro de la administración de proyectos.
No obstante, aún quedaban cosas por cambiar. Con la llegada de las Tecnologías de la Información durante las décadas siguientes, la gestión de proyectos da un nuevo salto.
Así, surgen los software de gestión de proyectos y aparecen enfoques más evolucionados y específicos para materias concretas, como el PRINCE (1989), que propone un método genérico para la gestión de proyectos y se centra en la definición y entrega de productos o el CCPM (1997), que se centra en la disponibilidad limitada de recursos y en la prioridad según parámetros de criticidad, al tiempo que surgen conceptos como el de “Gestión de Proyectos Ágil”. Se introduce la Teoría de las Restricciones (1984) por el Dr. Eliyahu M. Goldratt en su novela “The Goal” (La Meta).
En 1987 se publica por primera vez la Guía de los Fundamentos para la Dirección de Proyectos (PMBOK®) por el PMI®, que surge inicialmente como un reporte o intento por documentar y homologar las prácticas e información de administración de proyectos aceptadas, en 1998 PMBOK® se convierte en un Estándar ANSI (American National Standards Institute, ANSI). Su primera edición fue publicada en 1996, seguida por otra en el 2000, la siguiente en el 2004, la cuarta edición en el 2008 su quinta edición en 2013, volviendo en 2017 con su 6ta edición.
Es en enero del 2020 que lanza su 7ma edición, Esta nueva edición es un cambio radical, los procesos desaparecen, las áreas de conocimiento pasan a ser dominios, las herramientas y técnicas pasan a ser métodos, los entregables son reemplazados por artefactos. Todo se centraliza en un sistema de envío de valor.
Previamente en 2011, hace su aparición la nueva credencial del PMI® Agile Certified Practitioner. Con esto el Project Management Institute demostró que no está cerrado a las metodologías ágiles, únicamente a favor de los marcos rígidos donde aunque siempre presentes, los procesos de cambio no son deseados, porque pueden implicar la corrupción del alcance del proyecto.
Por su parte en 2012 hace su aparición la certificación PRINCE2® Professional que surge de la necesidad de continuar mejorando el nivel de los PRINCE2® Practitioner, quienes tienen la posibilidad de optar por ésta y demostrar a través de una rigurosa evaluación si realmente poseen altas capacidades para ser Project managers exitosos que generen valor agregado dentro de sus organizaciones.
Vendrán grandes desafíos y la necesidad de mayor velocidad en la entrega de nuevos productos y servicios, por ello l Los proyectos e convierten en realizaciones más grandes, complejas y cada vez más difíciles de manejar.
Sin duda, nuevas técnicas y mejores prácticas surgirán a medida que se aumentan los desafíos y se recortan los tiempos de respuestas al mercado o a nuevas ideas y los límites de lo que es posible y nuevos retos también emergerán. Los seres humanos necesitamos llevarnos hacia adelante a un futuro mejor y con esto vendrán mejoras en la forma de manejar los proyectos. Cuándo y dónde se suscitarán esos desarrollos, es algo incierto pero lo que sí es seguro es que ocurrirán.
Por otra parte, la rapidez de la vida diaria nos obliga a pensar en una metodología sencilla pero basada en conocimientos, métodos, herramientas y técnicas que nos permitan agilizar y llevar al éxito nuestros proyectos de la vida cotidiana. Procurar un éxito y una facilidad en realizar; Una fiesta, Un viaje, La llegada de un hijo, un nuevo negocio, una remodelación de casa, una construcción de una grana de campo etc. Debemos evitar el realizar estos proyectos de la vida diaria empíricamente o a como resulte, que siempre podrá ser más caro, fuera de tiempo, de menor calidad si no pensamos con enfoque de gestión de proyectos.
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Bibliografía:
Hoon kwak, Y. (2003). “Breve historia de la gestión de proyectos”. Recuperado de http://home.gwu.edu/~kwak/pm_history.pdf
Murillo, Mariana. (s.f.). “Historia de la Gestión por proyectos”. Recuperado de: https://www.timetoast.com/timelines/historia-de-la-gestion-por-proyectos
Pardo Dimas. (2018). “Breve Historia de la Gestión de Proyectos”. Recuperado de: https://integriaims.com/historia-de-la-gestion-de-proyectos/
Haughey, D. (s.f.). “Breve historia sobre la administración de proyectos”. Recuperado de: https://www.edpm.es/14-breve-historia-sobre-la-administracion-de-proyectos/
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